Alejandro Villegas
Como gobernante el ciudadano presidente es un excelente jugador de domino.
Respeta las reglas y costumbres más elementales.
Por ejemplo, ante cualquier jugada adversa, asume sin la menor contemplación que el culpable es el de enfrente y no él.
Además de cumplir a cabalidad con las tres R, fundamentales para asegurar el triunfo. Respeta la mano. Repite la ficha y Refriega al contrario. Escenario en el que él por supuesto lleva la mano.
Lleva una cuenta precisa de las fichas y al menor descuido cierra el juego y se despinta a toda prisa para que llegado el momento no lo sorprendan cargado de puntos.
Y por supuesto, tiene en la mente dejar en zapato a sus adversarios, además de controlar el flujo de puntos.
De ahí que siempre tenga a la mano los argumentos necesarios para deslizar culpas y alzarse con el triunfo de manera estruendosa, como sucedió en la presente semana ante el desabasto de gas y la candidatura de Félix Salgado Macedonio.
Como sea el gana o al menos, se asume como el ganador.
Probidad
La ciudadana secretaria de Gobernación endoso a los partidos políticos la responsabilidad de garantizar la probidad de sus candidatos, con lo que, sin duda, llevando a la aplicación estricta Morena y Mario Delgado, serían los responsables de la nominación de Félix Salgado Macedonio.
Político que de ser objeto de un proceso legal y resultar culpable, pondría por los suelos el prestigio de Morena.
Pero como eso está lejos de suceder, hasta donde se aprecia por la inercia que lleva el aparato investigador y de procuración de justicia, de entrada la comisión interna de Morena.